miércoles, 12 de enero de 2011

De la concupiscencia a la lechuga

La vida está llena de injusticias y una de las más crueles es qu el peso se pierde gramo a gramo y se gana kilo a kilo. Llevas cuatro meses cenando lechuga con pechuga, comiendo barritas de cereales y desayunando yogures desnatados para perder tres o cuatro kilos, y ahora llega la Navidad y con dos cenas y cuatro turrones, te metes esos cuatro y otro de regalo. Y lo peor es este maldito complejo de culpa que ya vienes arrastrando cinco días: que así nunca estarás como quieres, que si no tienes fuerza de voluntad, que si mira fulanita como se conserva, que si vaya bajón te va a dar cuando de rebajas y te pruebes una talla más… En fin, chicas que la vida es más injusta que dejarte el bolso de Prada en la silla de la cafetería y no recuperarlo jamás.

La verdad es que todo este rollo de la dieta y de mantener la talla recuerda un poco a aquellos años de nuestra adolescencia, cuando te escondías con tu primer novio y siempre había algo por lo que sentirte culpable al volver a casa: bien por exceso, bien por defecto, el caso es que nunca te ibas contenta, y unos días te dormías pensando que aquel fulano pensaba que eras una puritana mojigata, y al día siguiente lo contrario.

Pues con esto de la dieta es un poco lo mismo; si no comes turrón, te vas a la cama pensando que estás obsesionada y que eres una aguafiestas incapaz de encontrar el punto justo de las cosas; si te comes más de un trozo, ya te vas a la cama pensando que eres una gorda insaciable.

Total, que después de darle vueltas, decides que quizás lo suyo sea entregarse a la concupiscencia cuando toca y luego flagelarte con las lechugas y los sobrecitos hiperproteicos para redimir el pecado.

Las dietas hiperproteicas están causando furor, y lo que te rondaré morena. Los hay que requieren control médico, como la famosa Pronokal, y otras que se venden en farmacias y puedes tomar siguiendo unas pautas sencillas, como Optifast, Kot, Silken o Biomanan. Casi todas funcionan con el mismo principio. Los sobres o barritas contienen proteinas de alto valor nutricional, que te dejan tan saciada como si te hubieras tomado dos platos de paella. Además, como consumes proteínas, no pierdes masa muscular, y puedes elegir entre un montón de sabores: chocolate, postres de yogur, tortitas, sopas… La dieta de Pronokal necesita de control médico porque, a diferencia de las otras, sólo está compuesta por proteinas y provoca cetosis, una situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos.

Según la farmaceutica y nutricionista Elisa Escorihuela, de Nutt Valencia, una escuela de hábitos alimentarios, no es necesario seguir un régimen tan estricto para perder peso.
La dieta hiperproteica no es saludable, a la larga el riñón puede sufrir y siempre se debe hacer bajo control médico. En Nutt entendemos que con una dieta equilibrada que incluya todos los alimentos se puede estar sano y adelgazar. No podemos tratar a los hidratos de carbono como el más terrible de los venenos. Lo mejor es comer absolutamente de todo pero con orden, respetando los horarios, acostumbrando al cuerpo con unas pocas pautas nutricionales: quitar la grasa, no comer precocinados, utilizar aceite de oliva en lugar de mantequilla o margarina (ya que estas ultimas además contienen colesterol); preparar verduras al vapor o en papillote, tienen un sabor espectacular y son de fácil preparación; preparar postres en los que se incluya la fruta, sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales y moderar el consumo de alcohol y esos kilos se pierden en dos semanas”.

Hablando de tratamientos, se acaba de inaugurar en Valencia, Sinthesis Salud, un proyecto de Sabina Calatayud, una farmacéutica valenciana que, después de viajar por medio mundo ha creado una línea de cosmética y nutrición que promete potenciar la vitalidad y energía, además del bienestar físico y emocional. La tienda está en Pizarro 8 y allí puedes encontrar todas las cremitas elaboradas con componentes naturales: agua termal, sales del Himalaya (con 86 oligoelementos), aloe vera, manteka de Karite y aceites esenciales, además de complementos dietéticos. Además, Sabina organiza talleres para que los niños se alimenten adecuadamente y explicarles los peligros de la comida basura.

No hay comentarios: