Enero es un mes aburrido a matar; con frío, sin dinero
gastador tras los dispendios navideños, todo oscuro a las seis de la tarde…
Quizás por eso la sabia tradición puso ahí en medio el día de San Antonio,
patrón de los animales. Eso le daba antaño un empujón a la vida social, sobre
todo en los pueblos: había que emperifollar a los caballos, a los cerdos, a las
cabras para llevarlos a ver al santo. Pero claro, en 2019 eso sirve de poco a
la hora de animar a la aletargada sociedad valenciana. Quizás vaya siendo hora
de darle una vuelta a la fiesta de San Antón y hacer algo más cosmopolita, más
fisno, más para nosotras mujeres modernas, decididas y seguras de sí mismas que
aman a sus perritas y a sus gatitos, pero que no se ven haciendo cola detrás de
un aca del tiro y arrastre para
pasear a su caniche delante del santo.
Es solo una sugerencia, para quien la quiera copiar. Podrían
montar algo en el Mercado de Colón y darnos una excusa para ir todas allí con
nuestras perritas, tan monas ellas como nosotras, a pasar una tarde del frío
enero. Nos daría vidilla, desde una semana antes, cobrándole jerseys, bufandas
y peucos a Boby y a Coco; mientras nuestros Pepes hiperventilan en el sofá de
casa (uff, uff, por Dios quítale eso al pobre animal).
Hasta entonces, nos quedan las fiestas tradicionales para
animar la vida social. Si el jueves fue San Antón, el martes que viene es San
Vicente, patrón del Gremio de Sastres y Modistas, que ese día le honra con la
bajada de la Senyera por los balcones del Gremio en la avenida Mª Cristina y la
procesión cívica que acaba con una misa en la Catedral. La Clavariesa de este
año es Angela Meseguer, la dueña de la tienda de ropa de niños Kianty; la Dama
d’Art, la indumentarista Ana Jiménez; el mayoral, el indumentarista Guillermo
Expósito y el Cavaller de la Senyera Juan Carlos Pitarch, bordador y profesor
de la escuela del Gremio, que será el encargado de llevar la Senyera en la
procesión. La fiesta acabará con una comida en el Casino de Agricultura a la
que no faltarán el Maestro Mayor del Gremio Fran Tochena, la Reina de la
Hermandad del Ramo de la Aguja ¡me encanta el título!, Carmen Trujillo, y otros
miembros de la junta como Julio Vera, Paqui Ortiz o Amparo Fabra.
Otra asociación centenaria, Archival, celebró estos días en
la Beneficencia la entrega de sus premios que valoran la promoción del patrimonio
histórico cultural valenciano y que este año fueron para el huerto de San
Vicente de Carcaixent, la directora del grupo de danza valenciana María Dolores
Correa, la hermandad del Santísimo Cristo del Grao y la pintora Victoria Cano,
entre otros. También recibió premio la Junta Central Vicentina, que esta semana
celebró en el Ayuntamiento el nombramiento de Mariví Borell como Clavariesa de
la fiesta de San Vicente Ferrer. Allí estuvo Mayrén Beneyto, su hija Irina, que
es Clavaria de un altar, y Marisa Marín.
La semana tuvo algo más de vidilla cultural. Las galerías de
arte han retomado su actividad y se inauguraron las exposiciones de Luis
Ximénez en Espai Rambleta, la de Elena Martí en el espacio cultural de El Corte
Inglés, una exposición colectiva en Doce Islas y la conferencia de Gloria
Lomana en el Club de Encuentro Manuel Broseta, al que fueron Carmen de Rosa,
María Dolores Enguix y las hermanas Julia y Pérez Broseta.
Y el jueves dio un concierto una jovencísima cantautora, se
llama Anouck y es hija de la periodista Laurence Lemoine. Entre los asistentes,
se encontraban el cantante de Seguridad Social Jose Manuel Casañ, José Mañó,
Helena Calvillo, la artista Maria José Marco, el arquitecto Marc Oribe y su
mujer Aurelia, el periodista Archer Adams, el empresario Marc Tiry y su mujer
Estelle y amigas de Anouck como María Ferrando, Sara Martí, Javi Alvarez,
Alfredo Escardino y Claudia Hernández.