lunes, 25 de agosto de 2008

Una gran fiesta en la que sólo sobraron los famosos

En la fiesta oficial de la Fórmula 1, celebrada este sábado en Viveros, hubo mucho bueno y poco malo. Empiezo por lo malo, por eso de fastidiar un poco. Lo malo fue sin duda la presencia de un grupo de famosos que ni quitan ni ponen a la fiesta, que vinieron cobrando, que no se relacionaron con la gente y que, encima, tuvieron la desfachatez de irse en cuanto cayeron cuatro gotas. Mientras Rita Barberá, Ángel Acebes, Soraya Sáenz de Santamaría, Vicente Rambla , Ricardo Costa y empresarios como Rafael Ferrando, Alberto Catalá o Arturo Virosque aguantaban el chaparrón con sentido del humor y elegancia, tanto ellos como sus acompañantes, los que habían venido previo talonario se largaron de la fiesta antes del segundo plato. Es verdad que la cena era al aire libre, en un escenario idílico si no fuera por la inoportuna lluvia.

Arturo Valls fue de los pocos que tuvo un comportamiento decente y aguantó la lluvia con una sonrisa. También la novia de David Bisbal, Elena Tablada, con la que compartí confidencias en el baño: me contó que su chico tenía otitis y no había ido a la cena porque tenía que ponerse bueno para un concierto este jueves. Otros no tuvieron tiempo ni de ir al baño. La cantante Marta Sánchez, que llegó con cara de pocos amigos y apenas dirigió la palabra a sus compañeros de mesa, se largo en cuando empezó a llover, ni probó la cena. Y no fue la única. De entre los peores, un tal Asdrúbal, conocido por ser novio de Bibi Andersen, que llegó a la cena vestido por su enemigo, sin chaqueta, y miraba por encima del hombro como si la fiesta no fuera con él. Yo tuve la suerte de compartir mesa con otros llamados vips, como el actor Eloy Azorín, que no abrió la boca en toda la cena; María Pineda, más simpática, y la miss María Reyes, que habló algo más. Menos mal que también estaba el bailarín Rafael Amargo, que por lo menos contó un par de chistes y cotilleos y estuvo muy gracioso. Pero él también abandonó antes del postre. Me pregunto si hubiera hecho lo mismo si la fiesta se hubiera celebrado en su pueblo, Granada. A buenas horas se iba a largar a casa por cuatro gotas de agua. Conclusión, que esta gente famosa que viene para animar la fiesta bajo contrato, viene obligada, no muestra el mínimo interés ni por el motivo de la fiesta.

Y ahora, lo bueno, que fue mucho a pesar de los famosos. Por seguir con la gente conocida, hay que decir que los de aquí dieron la talla, se quedaron hasta el final a pesar de la lluvia y hasta el pianista Michel Camilo, que tiene varios premios Grammys detrás, fue capaz de actuar en condiciones que otros abrían rechazado, ya que por culpa de la lluvia el parque se quedó sin luz para la acústica y tuvieron que tocar y cantar sin amplificadores. El resultado fue espectacular, no se oía un murmullo, y mira que es difícil siendo una cena al aire libre y en Viveros. Pues aún así, emocionó escuchar el Himno a Valencia por el coro de Valencia y el grupo de Jazz de Ximo Tebar. Mayrén Beneyto, muy juvenil con un minivestido de seda negro y leggins, se levantó a aplaudir emocionada por la actuación. Y lo mejor llegó después, con el baile de Jacobo Espina Conde, hijo de Rosa Conde y bailarín del Circo del Sol. Nos contó que había estado trabajando muchos años en Las Vegas, con una carrera de éxito prometedora, pero se había cansado y prefería volver a Europa aunque su caché no fuera tan elevado. Había que verlo contorsionándose como si fuera una bailarina con la danza del vientre. Nunca había visto a un bailarín con la flexibilidad de este hombre.

A pesar del fallo eléctrico, la actuación de Gospel tampoco se fue al traste, el grupo inglés demostró profesionalidad y se lanzó a cantar a capella y sin más herramientas que sus potentes voces. Qué monstruos. La gente se puso a bailar a su alrededor y a dar palmas al compás del ritmo porque el grupo de voces negras eran capaces de poner en pie a un centro de la tercera edad enterito. Total, que la noche fue creciendo en diversión y buen rollito y los invitados estuvieron de lo más animados, poniendo al mal tiempo buena cara. Allí estaba lo más de lo más de la sociedad valenciana, empresarios, deportistas, actores, políticos… Entre ellos, la Presidenta de las Cortes Milagrosa Martínez; la Consellerera de Agricultura Maritina Hernández; el Presidente de Bancaja, José Luís Olivas; el de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus; Ángel Villanueva, de Bancaja; la concejala María José Alcón, Alicia de Miguel, Jorge Martínez “Aspar”, Fernando Roig con su señora; Pilar Puchades, de Chapeau, Cuchita Lluch… Vamos, media Valencia. Y los modelitos de las señoras, a la altura. Ví un Lanvin rojo fantástico, un Loewe estampado de seda precioso, un Matthew Williamson espléndido y un Montesinos espectacular.

La cena también fue un acierto, nada pesada ni escasa, con flan de foi y gelatina de ron, bogavante con ravioli de buey y una merluza deliciosa. Y después del concierto, las copas. Jaimote DJ tampoco pudo actuar porque la lluvia había empapado el suelo y los equipos peligraban. Los famosos se fueron –ellos se lo perdieron-, pero la gente de aquí estaba animada y bailo hasta las tantas, aunque no hubiera DJ estrella. Hasta la zona de copas se acercaron Rafa Pérez Higón, de Emporio Armani; José Cosme, el hijo de Presen Rodríguez; Maribel Vilaplana, la presentadora de Matí Matí, con un vestido de seda muy Pucci, y también los diseñadores Francis Montesinos y Alex Vidal. A estas alturas de la fiesta, poco importaba que no quedase ni un famoso en la fiesta: ni Nieves Álvarez, ni Paz Vega –delgadísimas las dos, por cierto- ni María Reyes ni Asdrúbal, desde luego. Menos mal que estaban los de aquí para dar la talla, gente como el actor valenciano que interpreta el papel de Don Víctor, el carismático marido de Asun en la serie “La Alquería Blanca” y que anunció que en septiembre se reanudaban los capítulos con la segunda temporada.

Nadie les echó de menos a los vips que se fueron a la primera de cambio. A ver si la próxima alguien se da cuenta de que los famosos, mejor en casa, sobre todo si no tienen nada que ver con el motivo de la fiesta, ni Valencia ni la Fórmula 1.

De perdidos al Hilton
Cuando la Fiesta de Viveros seguía vivita y coleando, ya sin lluvia, alguien dijo que tenía invitaciones para el Amber Lounge del Hilton. Vamos, el club mega privado con la fiesta más exclusiva y sofisticada de la Fórmula 1. Allá que fuimos esperando encontrarnos con Naomí Campbell o el Príncipe de Mónaco, por lo menos. Pues nada, aquello parecía una discoteca sin más, muy bien decorada, eso sí, y con una azafata que te llevaba hasta tu mesa, equipada con botella de Veuve Cliquot y varias bebidas para preparar cócteles. Me aseguraron que la mesa donde nos sentamos, para ocho personas, costaba más de 3000 euros. Yo no me termino de creer que toda la gente que había allí bailando hubiese pagado esa cantidad por acceder al Amber Lounge. Pero bueno, sí ellos lo dicen. De todos modos, se supone que la fiesta del sábado no era la vip, que lo fuerte sería ayer domingo y que hasta allí se acercaría más de un piloto. Eso sí, el DJ Jackie, una pasada, qué genio, pinchó muchos temas para cuarentones, desde Yazoo hasta Duran Duran y no dejó que la pista flojeara ni un solo minuto. Con razón dicen que se lo rifan en St Tropez, Rimini, Ibiza y Londres.

5 comentarios:

Gratistotal dijo...

Yo sigo pensando que los famosos no aportan nada a las fiestas, sólo interés mediático para programas del cotilleo, o sea, una soberana tontería.
y qué tal los estilismos??

thesil dijo...

Opino igul que Raquel, además que por poner un ejemplo, qué pintaba Marta Sánchez en la fiesta?
En fin, menos mal que hablaste bien de mi adorado Artur Valls, sino se me habría caido un mito al suelo!

Un beso

Begoña Clérigues dijo...

Totalmente, no pintaba nada, los estilismos de las famosas, nada especial, mucho mejor la gente de aquí: el Lanvin rojo, ideal de la muerte y el Loewe de flores del verano pasado, chulísimo. La gente se vistió muy bien, mucho minivestido con joyones estilosos, había nivel
Besos!

ZEPETIT dijo...

Sinceramente son una panda de impresentables que no aportan nada mas que el evento salga en las paginas de interior del "que me dice" porque va uno u otro. Y comoves la nota de profesinalidad la ponen los que probablemente no cobraban.

Sin mas, de todo hay en la viña del señor.

Zepequeña.

D.Perfecta dijo...

Bueno, a pesar de los pesares te lo pasaste bien, no?? Pues ya está! ;)