martes, 11 de febrero de 2014

La factoría valenciana

Andy Warhol dijo aquello de que “todo el mundo tiene derecho a sus 15 minutos de fama”. Lo que Andy no aclaró es cómo encontrarlos, cómo conseguir que un periódico, una revista o una televisión te diesen tus quince minutos. Ahora, cincuenta años después, internet ha dado la solución: si nadie me hace ni caso, me monto mi propio blog y yo conmigo misma me saco mis propias fotos, luego las cuelgo en la red, y ¡tachán!, ya soy famosa. Lo mires por donde lo mires es patético, pero es así, es una hipérbole del narcisismo. Y lo peor de todo es que con este chabacano método, más de una ha conseguido un sitio en eventos tales como la Valencia Fashion Week, por ejemplo una tal Judith, que se presenta así misma como “Aspirante a miss divina”. Hay más, muchas más, tanto de mujeres como de hombres, son los egobloggers: se plantan un modelito, se buscan un amigo fotógrafo y van por ahí posando cual top models en los jardines de su ciudad. El origen de esta fiebre es, entre otros, el blog de Scott Schuman, un fotógrafo que busca a gente estilosa por las calles de Nueva York, les fotografía y los cuelga en su www.thesartorialist.com. Claro que una cosa es que tu vayas por la calle hiper mega mona, te pare un fotógrafo de moda y estilismo y diga: “vas monísima, ¿me dejas que te haga una foto para mi blog?”; y otra bien distinta es que como nadie te lo ha pedido, coges tú y le dices a tu madre que te saque la foto mientras jugueteas con las puntas de tu melena. Bueno, pues aquella idea de Scott Schuman llegó a Valencia hace cinco años. Los chicos de Cul de Sac montaron fashionalistas.com” coincidiendo con la inaguración de H&M. Desde entonces van por ahí haciendo fotos a la gente más estilosa que se cruzan por Valencia. El jueves pasado celebraron su quinto aniversario en La Rambleta, ese espacio cultural que está consiguiendo abrirse un hueco en las agendas valencianas pese a estar junto al cementerio. La fiesta fue un homenaje a The Factory, el estudio donde Warhol reunía a lo más subversivo de su época. Pero más allá del desfase en que devino el estudio de Warhol, The Factory fue en su día un punto de encuentro de vanguardias artísticas. Y eso es precisamente lo que se trató de homenajear en la fiesta del jueves de la Rambleta.
La directora de Cul de Sac, Sophie Von Schonburg, reunió allí a un grupo de artistas de lo más variado: ilustradores (Laura Castelló, Belén Segarra, María Herreros, José A. Roda), autores de arte urbano (Luce y Felipe Pantone), la pintora Victoria Iranzo o el fotógrafo Jose Manuel Madrona. Para ambientar, la música de Álvaro Gascó, un dj de música electrónica, el grupo Vértigo y el cantante StelioN. Entre el público, bloguers, músicos, diseñadores y mucho moderno con barba, que es lo que se lleva ahora, tupé y esos enormes bolsos de asa corta que algunos hombres llevan con más estilo que la mismísima Isabel Preysler, es duro admitirlo, pero esa así. Como la fiesta no tenía mucho presupuesto -más bien nada- el picoteo fue de lo más variopinto (cortesía de los patrocinadores): Miguelitos de Roda, esos mismos que tus padres siempre compraban en el bar de la estación de servicio camino a Madrid, palomitas y cupcakes. Mientras en la quinta planta de La Rambleta se celebraba la fiesta de Warhol, un piso más abajo Dani Borrás y Marta Moreira inauguraban su exposición de fotografía de moda con imágenes de Silvia Prada, Rafa Gallar, David Gómez, César Segarra, Alberto Van Stokkum, Carlos Sáez, Vicent Bosch, Ernesto Altillo, Ramiro E (autor del blog de Yo Dona), Mar Ordóñez o Alejandra Nuñez.
Super chulas las fotos de Eskenazi Encursiva para la campaña publicitaria del diseñador Juan Vidal. A la inauguración fue la directora del Palau de la Música Mayrén Beneyto, el fotógrafo Vicent Bosch, los diseñadores Jaime Piquer, Adrián Salvador de Siemprevivas y Noelia Navarro, Alfredo Esteve, el artista Carlos Sáez de Espaitactel, la directora de La Rambleta Gemma Sastre, y pinchando discos (¡de vinilo!) Oscar Mezquita, de Flexidiscos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, a tí tampoco te han dicho que escribas este blog, ¿no?
A veces los tipos de blogs a los que tú te refieres sí que pueden parecer patéticos (estoy claramente de acuerdo), pero, al fin y al cabo,¿qué mas da? Tú tendrás la suerte de ser consciente del patetismo y no caer en él - mejor que mejor-. Esa otra gente pues, no (A todo esto, también sé que nadie ha pedido mi opinión).

Y me ha hecho gracia verme en tu primera foto, no sé si como ejemplo de un moderno o qué se yo. No me importan las etiquetas en absoluto,no me identifico con estúpidas generalidades. De hecho, confesaré que me alegré de ir por la bebida gratis - poco más se podía hacer que emborracharse- y de que el grupo de música no estuvo mal. Por lo demás, sí, una reminiscencia a la factory que era más bien un postureo donde posturear. Y el arte expuesto pues, sinceramente en su mayoría, y en mi opinión, mucho postureo también.