La idea de poner siluetas de mujeres en los semáforos ha debido de ser de algún hombre. Sólo a uno de ellos se le puede ocurrir diferenciarnos poniéndonos una falda por la altura de las rodillas. ¡Por Dios!, ¿quién se siente identificada con una corte de falda que recuerda a los años del franquismo más retrógrado? Ahora se lleva más larga o más corta, y si de lo que se trata es de diferenciarnos, lo suyo hubiese sido pintar la muñequita con tacones, más o menos altos, o botas, que las manoletinas no son precisamente el calzado que más ensalza nuestra orgullosa feminidad. Pero aún hay más: al diseñador de turno no se le ha ocurrido algo tan básico como estrechar la cintura y los hombros de la muñeca y ensancharle las caderas.
El resultado es un hombre con falda, ¿quién se siente identificada con una silueta calva, de anchos hombros, sin tacones y sin cintura? Bueno, confiemos en que más pronto que tarde Mónica Oltra tenga una conversación seria con Joan Ribó y ponga las cosas en sitio.
Por lo demás, hemos tenido una semana muy femenina. El 8 de marzo se llenó de reivindicaciones feministas. Hubo manifestaciones con el lema “Sense feminisme no hi ha revolució”; ¿Comoor, pero es que estamos inmersos en un proceso revolucionario?, y nosotras sin enterarnos.
Mientras todo esto acontecía entre las filas del tripartito, 350 mujeres se juntaban en el Ateneo para celebrar una comida a favor de Fuvane. Allí no hubo consignas revolucionarias pero sí un poderío femenino que Mónica Oltra debería canalizar para su causa.
El equipo de organizadoras, María José Albert, Begoña Císcar, Pilar Pons, Beli Botella, Mayayo Gómez Lechón, Santi Aguilar, Elena Pérez Manglano y Amparo Moreno, convocó a un montón de mujeres de bandera: la presidenta de Amigos del San Pio V María Jose Navarro, la indumentarista Victoria Liceras, la presidenta de Unicef Nidita Guerrero, la del Ateneo Carmen de Rosa, las hermanas Laura y Blanca Fitera, Mónica y Elvira Bueso, Ana Peris, Mamen Rivas, Rosa Morera (Max Mara), o Mª Angeles Fayos, del Teatro Olympia. Fuvane prepara otro sarao para el 9 de abril en la Hípica, una fiesta flamenca organizada por la Escuela de Esther Mortes.
El jueves, otras dos mujeres, Amparo López y Silvia Escolá, presentaban en su tienda de decoración la nueva colección de Mirrood de Puntmobles. Estuvo su diseñador, Victor Carrasco, Makela Forcada, Misuka Corbí y amigos como Vicent Martínez, el diseñador gráfico Nacho Lavernia, Rosa Castellví, Mariano Soria, Beatriz Pechuán, Chelo Garcia Cotanda, Ani Maldonado, Mayte Burgos, Maria Lleo, Tana Manglano, Esperanza Vila, Patricia Montoro, Sofia Carpi, Sefa Aguilar y Carmen sanchez Quijada, Pablo y David Escolá y Esther Barrera.
Más de un invitado venía directamente de otro evento glamuroso en Conde Salvatierra. El empresario Enrique Duart, del Grupo Dupen, inauguraba la nueva tienda de camas Munhar. Los colchones son una pasada, hechos con lanas vírgenes, algodones, crin de caballo y tapicerías lujosas.
Enrique estuvo atendiendo a los invitados, más de doscientos, con su mujer Mª José García y sus hijos Mónica, Enrique y Mª José. Estuvo Fernando Giner, Sergio Adelantado, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Iván Martínez-Colomer y Ana García-Rivera, Vicen Fernández, el sastre Antonio Puebla, Carlos Alapont, Lila Albanozzo, el pintor Jarr, Mª Dolores Enguix (con un bolso de Chanel ideal de la muerte), Alfredo Esteve, Mª Ángeles Fayos, las hermanas Fitera, Andrea Villafañe, Maire Girona, Carmina Durán, el doctor Murgui, los joyeros Toni y Pablo Jordán, Beatriz Maset, Javier Monedero, Fernando Aliño, que se encargó del catering, Julia Pérez Broseta, Vicente Tello y Encarna Roig.
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