El dinero es siempre un bien escaso que hay que saber
administrar. Con la que se nos viene encima estos días, una no deja de hacer
sumas y restas, a ver cómo estira la paga extra para hacer frente a todo.
Entonces te solidarizas con las francesas y te dan ganas de ir al coche a
rebuscar en el maletero ese horroroso chaleco amarillo que gracias a Dios nunca
te has puesto. La mera idea de que alguien te vea con él, te horroriza. Pero
estos días, vas a la gasolinera y cuando llega la hora de pagar piensas en los
zapatos a los que vas a tener que renunciar por culpa del gasóleo. Pero siempre
será mejor renunciar a los zapatos que soportar la matraca de tu Pepe como le
dejes el depósito medio vacío. Entonces te solidarizas con las francesas, tan
monas ellas siempre, tan puestas, tan arregladas; y estos días a la vista de
todo el mundo con sus espantosos chalecos. Pero es que hay pocas formas más
ingratas de gastarse el dinero que poniendo gasolina en el coche. Lo que gastas
en eso, no te lo gastas en medias, ni en botox para callarle la boca a tu
cuñada, que ya te está esperando en Navidad para clavar su mirada en tus
arrugas. Qué más les dará a los políticos sacarnos el dinero con un impuesto u
otro. Pues, demonios, dejen tranquilo al gasóleo que ya pagaremos nosotras
impuestos comprando chaquetas y zapatos.
La shopening night
estuvo más deslucida que un plato de brócoli hervido en la cena de noche buena.
La lluvia sirvió de excusa para quedarse en casa y dejar dormir a las tarjetas
crédito: “ale guapa, descansa hoy, que tiempo vas a tener estos días de
trabajar”. Y Valencia se quedó medio vacía. Pero la tregua dura poco. Valencia
está llena de mercadillos, muchos benéficos, como el de la Orden de Malta, que
se inauguró el martes en un local de Hernán Cortes y estará abierto hasta hoy
domingo.
El martes también abrió el del Mercado de Colón, esta vez
gastronómico. Puedes tomar ostras francesas, catas de cerveza y quesos de
Manglano. No se perdieron el festín el presidente del Valencia Anil Murthy,
junto a su familia, Eva Fernández,
Isabel Martín, los interioristas Sigfrido Serra y Mateo Climent, Nuel
Puig, Ana Zabaljáuregui, Eva Velasco, Carlos Muñoz, Cristina Aguirre, Coqué Ruz, Carlos Catalán,
Esteban Martínez Mazarredo, Carolina Gil o Nacho Gómez-Trénor.
Igual de concurrida estuvo la inauguración de un showroom
efímero que ha montado Betto García en la antigua mercería Boronat de la calle
Moratín. Estará abierto hasta el 12 de enero y además de sus sombreros y
tocados hay ropa del famoso diseñador Palomo Spain, L'enfant terrible de la moda española. Dolores Pérez Lis, Santiago
Castell, Cristina y Julia Pérez Broseta, la oftalmóloga Amparo Ortuño, Marcelo
Soto y Carolina Murcia, Fermín García y Anna de Blas, el artista Jarr, Lluís
Nadal, Inés Tordera, Miguel de Vicente, Josep Lozano, Laura Grande y Encarna
Roig.
A la inauguración fueron amigos de Betto como Lucas Zaragosí y Adrián Salvador, de Estudio Savage, la presentadora Carolina Ferré, Joan López, Josep Lozano, los estilistas Sonia Vilar y Eduardo Jairycovich, la diseñadora de joyas Marga Martínez y su marido, el experto en lujo Emilio Vivallo, Víctor Aguado y Amy García Williams, entre otros. Muy cerca, en la calle Barcelonina, María Dolores Enguix invitaba en la Óptica Climent a conocer la colección enterita de gafas de Chanel y a una copa de Navidad. Allí estuvieron amigos del Club Moddos como Guillermo Martorell y Mamen Puchades, el empresario Enrique Duart y Mª José García, el interiorista Agustín Buraglia, Begoña Albert, los abogados José Vicente Tello.
La semana ha dado para más citas de todo tipo: la tercera
edición de “Más Valencia”, un grupo de emprendedores que quieren proponer
mejoras en la ciudad, una tertulia sobre moda de la Fundación COSO y la
exposición de fotografía organizada por Asindown y el Club de Marketing en el
Museo de las Ciencias.