Estos días no dejamos de decir palabras que pronto queremos
olvidar: desescaladada, desconfinamiento, mascarilla… Pero la que se lleva la
palma es webinar. Suena fatal, como a huevo pasado o insulto cursi: eres un
webinar, más que webinar. Mira que se podría sustituir por “seminario web”,
pero nada, no hay manera. Se ha extendido de tal forma que hasta se utiliza
para quedar con los amigos. Nos vemos en el webinario, ¿pero qué estás
diciendo?, eso suena a urinario, calvario o dinosaurio. ¡Por Dios, no hay nada
bueno que rime con webinario!
No sólo es fea la palabra, sino lo que significa. Quedar con
los amigos por videoconferencia tenía su gracia al principio, por eso de la
novedad: te maquilabas un poco, buscabas alguna camisa mona para que no te
viesen en pijama, y hasta cogías una copa de vino para intentar ponerle al mal
tiempo buena cara. Eso fue al principio, hace semanas. Ahora, varias cajas de
vino después, ni te molestas en quitarte el chándal, ¡para qué! Aunque te
pongas un vestido mono, la imagen que se ve por videoconferencia está tan
deformada que no vale la pena el esfuerzo de arreglarte, da igual que lleves un
vestido de Prada que una camiseta de Zara.
El Ateneo Mercantil y el Casino de Agricultura también se
han incorporado a las nuevas tecnologías. El Ateneo se ha reconvertido en un
Ateneo on line, con un montón de actividades: cursos, conferencias, aula
cultural… El casino organiza clases de cultura, sesiones de partidas de cartas
online y hasta torneos de bridge virtuales. “Han conseguido mantener las mismas
parejas en las partidas virtuales, con lo cual es como si no hubieran salido de
la sala de juego del Casino, aunque echan mucho de menos no poder estar
juntos”, cuenta Ana Ibáñez, secretaria del Casino.
Plumas y Cubiertos, un grupo que creo Toni Jordán para
reunir a lectores y escritores alrededor de una mesa, también ha cambiado su
formato. “Pensé que sería divertido hacer un tardeo literario y eso hicimos,
quedamos con Javier Alandés, autor de Las tres vidas del pintor de la luz, un
libro sobre la adolescencia y juventud de Joaquín Sorolla. Así que, cada uno en
su casa se preparó un aperitivo y mientras hablamos de literatura, de Sorolla,
y del proceso creativo durante más de dos horas”, cuenta Toni, que compartió
reunión su mujer Beatriz Maset, con la editora Paz Navarro, el escritor Javier
Alandes, Santiago Gui, Cristina Cruz, Ana Ibañez, Pepe García Pla, Patrícia
Martín, Ana Pérez, Mariajo Esteve, Ivanna Pinedo, Javier Franco, Gemma de
Miguel, Maijo Delgado, José María Guijarro, Silvia Escolá y Belén Cervera.
El grupo de aficionadas arte que reúne la artista Marusela
Granell también ha cambiado sus charlas presenciales con las videoconferencias.
Pero lo más de lo más ha sido la cata virtual de champan y
puros que organizó Javier Monedero. Jooo, eso sí que mola, te coges tu botella
de champán (el puro para las más atrevidas) y te pones a escuchar a Xavier
Monclús que te va engatusando con los matices y las añadas, y copa a copa, al
final ya no sabes si el retrogusto era de frutos secos o de pomelo.
Quienes sí celebraron su aniversario de la forma tradicional
fueron Cuchita Lluch y Juan Echanove. Se casaron hace seis años en Rocafort y
para celebrarlo encargaron comida japonesa. “Puse la mesa con mantel y vajilla
bonita y cubertería de plata. Cenamos los dos juntos”.