miércoles, 7 de octubre de 2020

Limonada para todas


Hay una frase de esas motivadoras que repiten machaconamente los libros de autoayuda y las tazas con mensaje y que dice así: “si la vida te da limones, haz limonada”. La moraleja está clarísima: si no puedes cambiar las circunstancias adversas, adáptate a ellas. ¿Que se pone a llover el día que estrenabas tus tacones de Prada? Pues cálzate botas de agua y da gracias por poder ir cómoda. ¿Que tu Pepe se pone a ver el fútbol justo cuando querías ver tu serie favorita? Coges un libro y te culturizas un poco. ¿Se te ha quemado la comida en el horno porque estabas jugando con el móvil a los marcianitos? Compras comida preparada y aquí paz y allá gloria.


Claro que hay situaciones que son más duras de sobrellevar. Por ejemplo, que hayas tenido que cancelar o posponer tu boda por el dichoso coronavirus. Eso sí es un pequeño drama (hay otros mucho peores, claro). No quiero ni imaginar lo que han sufrido las pobres novias que han pasado por ese trance. De los novios no hablamos porque a ellos les suele dar igual tres que treintaitrés, se ponen el chaqué, y listos. Pero nosotras, ufff, el vestido preparado, la prueba de maquillaje y peinado, la decoración floral acorde con la estación del año, las invitaciones enviadas, tantos meses preparando el gran día y todo tirado por la borda. Yo hubiese estado una semana llorando. Menos mal que las chicas somos fuertes y, como dice la frase motivadora, si tienes limones, a hacer limonada. Si además le añades un poco de ginebra y la sirves en una copa de balón, ya no te cuento lo buena que queda.

Pasado el shock inicial, muchas parejas han decidido casarse adaptándose a las circunstancias. María Más y Miguel Sanchís son una de ellas. Tenían fecha de boda en mayo, la tuvieron que cancelar y la celebraron hace unos días, con menos invitados y un montón de medidas de seguridad. El convite fue en una masía al aire libre, decorada con flores de Conchita Cañamás. Las mesas del jardín estaban muy separadas y no hubo barra de bebidas, si querías tomar algo los camareros estaban pendientes en todo momento. La madre del novio, Concha Pérez, y su hija Carla Sanchís, así como la madre de la novia, Isabel Ferrando, vistieron de Enrique Lodares. Enrique tiene un don especial para los vestidos de ceremonia, les da un punto de glamour que recuerda a las estrellas del Hollywood dorado. La novia llevó un vestido de Rosas Rosa y los chicos vistieron de chaqué. ¡Qué elegantes las amigas de la madre! Pilar Pons, María José Albert, Isabel Gómez Ferrer, Amparo Moreno, Amparo Bonet, Ana Verdecho, Pilar Medrano y Marga Gómez-Ferrer, pusieron una nota de color de lo más alegre.


Al aire libre también comieron los socios de Cuchara de Plata, que eligieron para su cita mensual la terraza del Gordo y el Flaco en Bétera. ¡Qué bien se lo montan! Estuvieron Vicente García, José Vicente Tello, los hermanos Toni y Pablo Jordán, Manuel Peris, Javier Vela, Sergio Terol, José Vicente Morata y Javier Monedero. Faltó el sastre Antonio Puebla, que pasa los fines de semana en Altea apurando los últimos días de playa y quedando a comer con amigas estupendas, como Verónica Montijano y Julia Pérez Broseta.

Las galerías de arte y sus artistas también han animado la semana. Abierto Valencia, la celebración de las galerías, ha sido la excusa perfecta para arreglarse y salir monísimas de la muerte a las inauguraciones.