martes, 9 de enero de 2007

YANKIS COME HOME

En Valencia teníamos una buena representación de firmas francesas e italianas, pero poco diseño americano de primeras líneas. Afortunadamente, el hueco se acaba de cubrir

Ya se sabe que todo lo que nos llega de Estados Unidos genera fibias y fobias en esta vieja Europa nuestra; una paranoia que afecta, y mucho, a las tendencias de moda. Y así, mientras algunos sienten la gorra de béisbol y las Nike como algo intrínseco a su personalidad, a otros le provoca sarpullidos todo lo que huela a hamburguesa y chicle. El corazón de la progresía europea vive al borde del infarto conforme las nuevas generaciones arrasan con las tiendas de Tomy Hilfiger como antaño lo hicieron con las de Levi’s. Mientras tantos, los niños pijos y los que aspiran a serlo entienden que sus esbeltos cuerpos sólo deben enfundarse con ropa cuyo tallaje venga expresado en letras (S, M, XL…).

Mal que le pase a más de uno, lo cierto es que desde hace tiempo, la influencia de los americanos en las tendencias de moda es cada vez mayor. Empezando por los pantalones caídos que lucen todos los jovencitos y que tiene su origen en las cárceles americanas. Allí se prohibió el uso de cinturones entre los reclusos para evitar que se utilizasen como armas de ataque. Eso provocó que la cintura perdiese el ombligo y se aproximase peligrosamente a los que no debe ser visto, con lo cual el tiro del pantalón se cayó hasta las rodillas. Ese look acabó convirtiéndose en una seña de identidad entre los jóvenes de los barrios marginales y de allí saltó a los escaparates de ropa casual del resto del mundo. Y ahora medio mundo va enseñando la goma de las braguitas y los gallumbos, defenestrando así uno de los tradicionales iconos de la feminidad: la curva de la cintura.

Para muchos europeos que entienden que la moda siempre ha sido patrimonio francés, como mucho, italiano, la macdonalización de nuestra sociedad es un barbarismo. La verdadera elegancia –dicen- está en la vieja París, tan aristocrática ella, y Yves Saint Laurent es el gran maestro de la alta costura. Por eso más de uno se llevó las manos a la cabeza cuando un tejano de Tejas llamado Tom Ford, que acababa de reflotar a una moribunda Gucci, llegó a director creativo de YSL (el pobre Yves casi se muere de un infarto). Pero lo fuerte, fuerte, vino cuando otro yanqui, Marc Jacobs, fue contratado como diseñador estrella de Louis Vuitton. ¡Un americano en Vuitton! Por muy amiguito que sea de Sofía Coppola (por cierto, esta semana se estrena en Valencia su María Antonieta), un americano sólo podía entender de ropa para cazar bisontes y criar vacas. Pero para la recepción del embajador…Y sin embargo, lo hizo tan bien en Vuitton que todavía sigue ahí, con unas colecciones tan juveniles que han logrado modernizar el logo LV, que ya olía a naftalina.

El diseño americano no sólo ha conquistado a los adolescentes. Hace años que Calvin Klein o Donna Karan revolucionaron el armario femenino con ropa para una mujer trabajadora que quería vestir cómoda y elegante sin parecer un florero. Una imagen limpia y deportiva, un chic relajado y muy fácil de llevar, poco complicado aunque con patrones trabajados. Resumiendo, lo que los ingleses llaman “cool”. En Valencia teníamos una buena representación de firmas francesas e italianas, pero poco diseño americano de primeras líneas. Nada que ver con Hilfiger. Diseño del bueno, como las colecciones de Marc Jacobs, Michael kors o Proenza Schouler, lo más de lo más en Nueva York. Afortunadamente, el hueco se acaba de cubrir con la tienda que ha abierto en Jorge Juan. Se llama “Mala Malísima” y tiene una muy cuidada e inteligente selección de lo mejor del nuevo diseño norteamericano. Un gran descubrimiento. ¡Ah! Y cualquier vestido de Proenza Schoulder triunfaba seguro en la recepción del embajador. ¡Como Jackie Kennedy en la Casa Blanca!

2 comentarios:

viviana dijo...

Hola, acabo de descubrir tu blog y he de decir que me encanta, estoy de acuerdo contigo en casi todo, menos en éste ultimo post, yo tambien les tengo bastante mania a los yanquis aunque bueno, tambien he de reconocer que tienen buenos diseñadores faltaria mas con lo grande que es el pais... pero la mayoria de las modas que importan son bastante cutres, lo de los pantalones por las rodillas es un ejemplo perfecto.Que lo siga mucha gente no quiere decir que sea signo de elegancia...
Bueno, un saludo!

Begoña Clérigues dijo...

Gracias por tu comentario, Viviana. Tienes el honor de haber sido la primera en mi blog. En cuanto a lo de la moda americana, también estoy de acuerdo contigo. No destacan por su elegancia, aunque en moda de sport son únicos y hay que reconocer sus aportaciones. También es verdad que NY es un oasis creativo en Norteamérica y es poco representativo del resto del país. Bueno, gracias por tu post y besos.
Begoña