El mar está ahí para todos, pero no todos lo disfrutan igual. No es lo mismo sumergirte en el Mediterráneo saltando desde la cubierta de un velero, que hacerlo tomando impulso desde la arena después de dejar aparcado el coche en un parking polvoriento, bajo un sol de justicia y arrastrando la sombrilla, las tumbonas, los niños, los bocadillos…
El Real Club Náutico de Valencia ha sido siempre feudo de los primeros. El único contacto que muchas hemos tenido muchas con él fueron aquellas fiestas de nochevieja que se celebraron allí a principios de los noventa. Fuimos allí con nuestros primeros vestidos de largo, muertas de frío con nuestros tacones y buscando el encontronazo con alguno de los chicos a los que previamente habíamos echado el ojo en Cánovas. Para muchas aquello era nuestro primer contacto con la Jet Set valenciana, el Real Club Náutico, vaya nombre sonaba aristocrático a más no poder.
Veinte años después, el Club sigue siendo un lugar remoto de difícil acceso al que sólo van los pocos que mantienen allí el amarre de su barco. Ahora el Club quiere abrirse a la sociedad valenciana. Lo tienen difícil porque para llegar hasta allí hace fala un GPS de última generación y que tu marido se haya dormido en el asiento del copiloto para que no ponga de los nervios tratando de guiarte por el scalextric de Pinedo; de lo contrario puede que la aventura acabe en bronca matrimonial, con el coche arrimado al arcén y tú gritando “¡mira, cógelo tú!, no te aguanto más”.
Además tendrán que casar esa apertura al pueblo con los usos y costumbres de los socios de toda la vida y conseguir que no frunzan en ceño cada vez que vean en la cafetería a un advenedizo que llama cuerdas a las amarras y cree que sotavento es el nombre de un marinero famoso.
En fin, que el Náutico de Valencia tiene por delante una tarea titánica, pero vamos, que ojalá lo consigan. Para empezar, esta semana montó un desfile de moda baño con las colecciones de Dolores Cortés, Mac Gregor y Gaastra que se venden en Corte Inglés.
Allí estuvo el diseñador Francis Montesinos con su eterna musa y amiga Paola Dominguín, el presidente del Náutico, Julián Vico, la diseñadora Dolores Cortés, Vicente Betoret, del PP, Pau Pérez Rico, de comunicación de El Corte Inglés, la delegada de Mac Gregor Vanessa Sánchez, las hermanas Laura y Blanca Fitera, Felipe García, el doctor Murgui, José Boix, Sela Falcó, Pedro Quiroga, Ana Ortega, Juan Carlos Morcillo, Hortensia Maeso, Paco Nadal y Rocío Bacharach, que colaboró en la organización del desfile.
La tienda de lencería Alberola también montó un pequeño desfile de baño, de la firma Maryan Melhorn con Neus Mira, Miss Valencia 2013, en la shopening night. Fue el jueves y las locas de las compras volvimos a echarnos a la calle como si al día siguiente no fuese a amanecer.
Más cosas.
Esta semana también se inauguró la joyería Nove 25 en Hernán Cortés 2. Es una firma italiana de joyería en plata con diseños unisex nada convencionales: anillos con diseños de tatuajes, chapas que se pueden personalizar con mensajes y pulseras que encajarían con un look motero y chupa de cuero. En la inauguración estuvo Rosana Oliver, de Araventum, Zaida Miranda, de Beloved Valencia, Lucia Morales, Carmina Baraja de la revista Telva, el estilista Rafael Angel, Francisca Casans, del estudio Montañana, Elena Rabello, Quique Camps (Mango) y Natalia Segrelles con su madre Coté Soler.
El jueves también comenzó la cuarta edición “de tapas con Turia”: tapa de autor y cervecita por solo 3 euros, ¡hasta el 12 de junio! Angela Valero inauguró el tapeo de Micub (mercado de Colón), uno de los 38 bares que participan, con Cuchita Lluch, Amparo López y Beatriz Pechuán.
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