lunes, 18 de marzo de 2019

Todos al balcón

Todo tiene un precio y la seguridad en las mascletás tienen el suyo. Lo que antaño era un acontecimiento muy igualitario, ahora se ha convertido en algo mucho más elitista. Antes te ponías tus vaqueros y zapatillas de deporte y te mezclabas con la gente en la plaza. Lo que molaba era precisamente eso, perderte entre la multitud y, con un poco de suerte, tener cerca al chico que te gustaba, rozar su brazo y olerle el cuello y sentir cómo os envolvía el olor de la pólvora. Ver la mascletá desde un balcón era un plan bastante más aburrido, cosa de gente mayor y aburrida. Tú les veías desde abajo y pensabas, pobrecitos, será que no tienen amigos.
Pero esto ha cambiado. Ahora lo que mola es ir a un balcón. No hay forma de verla bien, si no es desde ahí y para peso necesitas enchufes, influencias, relaciones sociales con la gente adecuada. Y claro, ahí ya no vas con unas zapatillas de cualquier manera, ahí te tienes que arreglar un poco y cuidar tus modales. No puedes arramblar con todo el jamón que ha puesto el anfitrión y hartarte a comer queso como si no hubiese un mañana.
Los balcones se han puesto tan de moda que parecen las casetas de la feria de Abril. Las empresas de catering los convierten en zonas chill out para tomar copas, hasta con música en directo; los bancos los utilizan para agasajar a sus clientes, las empresas para hacer negocio, y así todo. Atrás quedó el romanticismo de la plaza.
Con una invitación así, no puedes ir vestida con vaqueros y zapatillas. Lo suyo es ponerte tu mejor vestido de cóctel y unos buenos taconazos. Ya no hay riesgo de que te pisen. El piscolabis también se sofistica. Si antes se componía básicamente de patatas fritas y cerveza, ahora son bandejas de canapés pijos, jamoncito del bueno y vinos de autor.
Para muestra varios ejemplos. El Banco Mediolanum invitó a clientes y amigos en el balcón del edificio Noguera. Como anfitriones, Ximo Ros, Jose Montalar y Romer Rangel. Entre los invitados, Salvo Laporta, Marisa Gorria, Javier Micó y Ramón Alcoy.
También Sabor Empresarial aprovechó las mascletaes para hacer networking. Fue en las oficinas del Banco Alcalá. Acudieron más de 120 invitados, entre ellos Teresa Ricart, Jorge López de Damel, Rubén Navarro, los hermanos Vicente y Luis Zarranz, Javier Pérez, Esther Climent, los abogados Javier Ortiz y José Bonet, la joyera Salomé Corell, Pepa Bargues, Elia Giner, Josep Biosques, José Puertas, Marta Rodríguez-Layana, Pablo Gil, Vicente Andreu y como anfitriones los hermanos Antonio y Pablo Jordán.
Zenith invitó a clientes y amigos como Abel Expósito, Gerardo Rodriguez, José Maria Rubert, Fermín Pardo, Emilio Expósito y Fermín Pardo, Sandra Figeroa, Sara Ferragut, Cándido Solaz, Zdenka Lara y Angela Valero de Palma. Los hermanos Aliño organizaron un catering en otro de los balcones. Hasta allí fueron amigos como el presidente del Club Moddos, Josep Lozano, María Gómez Polo, Julia Pérez Broseta, el artista JARR, Mamen Puchades y Guillermo Martorell, Jorge Alcocer, Mercedes Paredes, Cristina Pérez Broseta, Isabel Aliño y María Dolores Pérez Lis.
Si hablamos de balcones, el del Ateneo es uno de los imprescindibles, aunque sólo sea por lo privilegiado de su situación. Allí, ejerciendo de anfitriona, Carmen de Rosa ha recibido esta semana al actor Enrique Arce, amigas como Laura Fitera, Amparo Lacomba con su hija Alicia y los exjugadores del valencia Nikola Zigic, Djukic y Voro.